Off The Record...

"A good movie is three good scenes and no bad scenes." -Howard Hawks

Friday, June 27, 2008

Paréntesis Musical: Stone Temple Pilots

Scott Weiland es el último de los rockstars. Después del segundo arcoiris que me ha tocado ver en el Casino del Sol, los Stone Temple Pilots envolvieron el anfiteatro AVA de rocanrol puro, melódico, fuerte y clásico. Esa última palabra define perfectamente el concierto. Un setlist de greatest hits, incluyente de todos sus discos, y mis favoritas personales "Lady Picture Show" y "Wicked Garden". Scott, pálido y delgado, desafortunadamente muestra en su físico los estragos de una larga adicción, pero eso no le impidió entregarlo todo en el escenario. "Sólo quiero ver sonrisas", dijo entre canciones, y eso le ofreció en demasía su público, a excepción de un a**hole que le aventó cerveza durante "Creep", cuando el vocalista se dio un paseo entre las primeras filas.
Los hermanos DeLeo están en perfecta forma y Eric Kretz mantuvo el ritmo firme y seguro en la batería. En su totalidad, una gran noche y un nostálgico viaje al pasado reciente.

Siento que mucho depende del clima.

Friday, June 20, 2008

Tengo tres palabras para usted: "Kung-Fu Panda"



“Buenos días señores guionistas mal pagados y gruñones, ¿tienen alguna idea jugosa para mí?”, cuestiona en tono curioso el trajeado ejecutivo de Dreamworks.
“Tenemos una súper idea señor fabricante de sueños”, responde el escritor de cuarenta y tantos y aspecto desenfadado mientras aprieta una pelota de estrés.
“Cuéntamelo todo”, invita el ejecutivo. “Pues, tenemos un panda, que sabe kung-fu”, es la breve explicación.
“¿Es todo?”, pregunta el hombre de ‘los dineros’. “Es todo”.
“OK, consigue a Jack Black y tenemos una película. Luz verde.”

Es fácil visualizar a Jack Black (“Be Kind Rewind”, 2008) como un osito panda. Es aun más fácil imaginarnos a un osito panda con la voz de Jack Black. El polifacético actor y músico le da vida a “Kung-Fu Panda”, el nuevo proyecto animado de Dreamworks.
Después de la desairada “Shrek 3” y la olvidable “Over The Hedge”, el mega estudio le apuesta ahora a la historia de un regordete y flojo animal bicolor que es elegido para resguardar a su aldea de la amenaza enemiga.
Po (con la voz de Black en la versión en inglés) es el menos trabajador, por decirlo de una manera, de los pandas del Valle de la Paz, y es tan “pesadito” que apenas se puede levantar.
Por un accidente del destino, o dedazo del guionista, Po es nombrado el “Guerrero Dragón” y tendrá que enfrentarse al traicionero y temido Tai Lung (Ian McShane) en un combate de artes marciales.
Los dibujos están bien logrados, Po es simpaticón, la trama es sencilla y la película es corta. Pueden llevar a sus hijos o sobrinitos.
No se reinventa la rueda del cine animado con “Kung-Fu Panda”, pero, ¿a poco no es chistoso el puro nombrecito?

Off the record: Jack Black, también conocido como Brandy Black o Ignacio, es un apasionado historiador de la música pop y, con su banda Tenacious D, ha luchado por revivir el espíritu del rocanrol. En la reciente “Walk Hard: The Dewey Cox Story” (2007), hace una aparición especial interpretando a Paul McCartney.

“Kung-Fu Panda”
Dreamworks, 2008, EU
Directores: Mark Osborne, John Stevenson
Protagonizan: Jack Black, Angelina Jolie, Dustin Hoffman
Duración: 92 minutos
Género: Comedia animada
Clasificación: AA

Saturday, May 10, 2008

Paréntesis Musical: Glow In The Dark Tour



El McKale Center de la Universidad de Arizona se transformó en el Planeta Kanye el pasado 24 de abril durante la presentación del espectacular Glow In The Dark Tour.
Una nave espacial, una computadora llamada Jane, fembots desnudas con cabello azul, hologramas de chicas caza-dinero y una banda de músicos vestidos de negro debajo del escenario acompañaron al Sr. West en su show de un solo hombre, que resultó ser una brillante mezcla entre un interestelar Mad Max y un estruendoso monólogo con ritmos hip-hop.
"Good Morning" fue la introducción. Kanye no salió al escenario, literalmente despertó en él, y durante una hora y media condujo a miles de personas de todas las razas, la mayoría jóvenes universitarios, en un estruendoso e inspirador viaje musical y de luces brillantes.
Los hits abundaron: "Jesus Walks", "Gold Digger", "Good Life" y la catártica "Can't Tell Me Nothing", que cantada por más de 8 mil voces se convierte en un poderoso y masivo himno.
Kanye comprobó ser un artista consumado, entregado a entretener y tocar fibras sensibles en su público; el único respiro fue después de la sentimental "Hey Mama", dedicada a su recién fallecida madre, Donda West.
Un espectáculo que tiene que ser visto para ser creído. "Mr. West...", parafraseando a Jane la sexy computadora, "usted es la estrella más brillante del universo".



¡Lupe!, ¡Lupe!, ¡Lupe!
Mentiría si no dijera que aun más que en las "flashing lights" de Kanye West, estaba entusiasmado con la posibilidad de presenciar en vivo las complejas rimas e incomparable técnica en el micrófono de Lupe Fiasco.
Como un demonio de Tazmania vestido de rojo, el nativo de Chicago tuvo una breve pero intensa presentación, acompañado de los cantantes Matthew Santos y Sarah Green(estén pendientes de estos dos, están a punto de despegar).
Lupe Fiasco es el mejor rapero que he tenido el gusto de presenciar en vivo, su música es vibrante y electrizante, su tono de voz y control de respiración son impecables y su mensaje es positivo, cargado del espíritu del verdadero hip hop.
"Kick, Push", "Superstar", "Daydreaming" y "Fighters" fueron algunos de los temas que incluyó en su set.
El otro grupo abridor, N.E.R.D., resultó ser más fiesta que sustancia. Pharrell Williams no es todo un cantante, pero sabe cómo mover a la gente. Su show destacó por la presencia de dos bateristas y la intensidad con la que se desenvolvieron en el escenario.

El "after"
Para cerrar la velada con un poco de rock, me dirigí al club "Plush", que tenía como invitados a Stephen Malkmus & The Jicks. Malkmus, ex-líder de la banda Pavement y un genio de la guitarra distorsionada, trae en su nueva alineación a Janet Weiss, de Sleater Kinney, lo que la da una mayor contundencia a su sección rítmica.
The Jicks son un grupo de experimentados músicos, se nota que les gusta tocar y lo hacen con un desenfado tan profesional y melodioso que pone en vergüenza a la nueva camada de artistas autodenominados "indie". Lo mejor, la versión de "We Can´t Help You", del nuevo álbum "Real Emotional Trash". ¡Ah! Y conseguí el setlist de Weiss. Este es el reporte de Off The Record, desde Tucson.

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